Pequeño Santo, Gran Milagro: Celebrando a San Juan Diego con Niños
Es la segunda semana de Adviento. Las velas moradas se están consumiendo, el calendario se está llenando y, si eres como la mayoría de los padres católicos, tu lista de tareas ya es interminable.
En medio del ajetreo navideño, puede resultar abrumador hacer una pausa y presentarles *otra* festividad a tus hijos. Pero hoy, 9 de diciembre, la Iglesia nos invita a bajar el ritmo y subir una colina en México con un hombre humilde llamado Juan Diego.
Esta no es una fecha más en el calendario litúrgico; es un momento perfecto de Adviento. La historia de San Juan Diego trata sobre la espera, la confianza y cómo Dios usa a los "pequeños" para cambiar el mundo.
Si buscas actividades significativas y sin estrés para la fiesta de San Juan Diego, estás en el lugar indicado. Exploremos cómo darle vida a esta historia milagrosa en tu sala, enseñando a nuestros hijos que no necesitan ser grandes ni poderosos para hacer grandes cosas por Dios.
¿Quién fue San Juan Diego? Resumen matutino para mamás ocupadas
Antes de llevar a los niños al colegio o con un tazón de avena, quizás necesites una breve explicación para explicarles a tus pequeños quién es este santo. Aquí tienes la foto:
Imagina vivir en México hace casi 500 años. San Juan Diego (cuyo nombre de nacimiento era Cuauhtlatoatzin, que significa "Águila que Habla") era un azteca convertido al catolicismo. No era sacerdote, ni rey, ni un rico comerciante. Era viudo, un humilde campesino y un hombre que amaba profundamente a Dios.
Una fría mañana de diciembre de 1531, mientras caminaba hacia misa, escuchó una hermosa música, como el canto de los pájaros, proveniente del cerro del Tepeyac. Al levantar la vista, vio a una mujer radiante que le hablaba en su propia lengua, el náhuatl. ¡Era la Virgen María! Le encomendó una tarea muy especial: pedirle al obispo que construyera una iglesia en ese lugar para poder mostrar su amor a todo el pueblo.
La moraleja para los niños : Juan Diego era un hombre común y corriente que hacía su rutina matutina habitual cuando Dios lo llamó a hacer algo extraordinario.
La lección de humildad: Por qué María eligió a un campesino
Los niños suelen pensar que para ser un "héroe" se necesitan superpoderes, una capa o una corona. El mundo les dice que cuanto más grande, mejor. Pero el Evangelio y la historia de San Juan Diego nos dicen lo contrario.
Cuando hables con tus hijos hoy, céntrate en la lección de la humildad .
Cuando la Virgen María se apareció, no se apareció al obispo en su palacio ni a los gobernantes de la ciudad. Se apareció a Juan Diego. En sus conversaciones con Nuestra Señora, ¡Juan Diego incluso intentó disuadirla de elegirlo! Es famoso por llamarse a sí mismo "un hombre sin importancia", una "hoja" y un "pedazo de cuerda". Se creía demasiado pequeño para una misión tan grande.
Pero Nuestra Señora de Guadalupe lo miró con amor y le dijo: "¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre?" Ella lo quería, no a pesar de su pequeñez, sino por su humilde corazón.
Consejo para padres: Usen esta conversación para animar a sus hijos. Recuérdenles que, aunque pequeños, sus oraciones son poderosas. A Dios le encanta usar a los "pequeños santos" para traer alegría a la familia.
Idea de actividad: Recreación del «Milagro de las Rosas»
La mejor manera de enseñar la fe a los niños pequeños es a través de la narración táctil . Los niños aprenden con las manos y los ojos. Esto nos lleva a la parte más emocionante de la celebración de hoy: la recreación del Milagro de las Rosas.
No necesitas un montaje complejo ni pegamento con brillantina (¡a menos que quieras!). Solo necesitas tu imaginación y algunos accesorios.
La configuración
Despeja un espacio en la sala. Necesitarás:
* Una "Tilma": Una manta áspera, un poncho o incluso una funda de almohada.
Rosas: Si tienes flores artificiales, ¡genial! Si no, recorta círculos sencillos de cartulina roja o coloréalos en platos de papel.
* Los Personajes: Podéis disfrazaros, o mejor aún, utilizar figuras duraderas para representar la escena.
El guión
1. El paseo: Haz que tu hijo marche a "Juan Diego" (la figura de madera o él mismo) por la habitación. Habla del frío que hacía. ¡Brrr!
2. El Encuentro: Trae la figura de Nuestra Señora. Que ella le pida a Juan Diego que vaya con el Obispo.
3. El "No": Explique que el obispo no le creyó al principio. Quería una señal.
4. El Milagro: ¡Esta es la parte divertida! Que Juan Diego regrese al "cerro" (el sofá). Cuéntales a tus hijos que, aunque era invierno y había nieve en el suelo, ¡hermosas rosas castellanas florecían!
5. La revelación: Pide a tu hijo que recoja las rosas en la tilma. Luego, que corra hacia el obispo (su papá o un hermano). Cuando suelte la tilma para que las rosas caigan, muéstrale una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
Explique que el verdadero milagro no fueron sólo las flores, sino que la imagen de María fue pintada milagrosamente en el manto de Juan Diego, ¡una imagen que todavía podemos ver hoy en México!
Conectando los puntos: preparándose para el 12 de diciembre
Celebrar hoy a San Juan Diego crea un puente maravilloso en nuestro camino de Adviento.
En el calendario litúrgico, hoy es la "Primera Parte" de la festividad que se celebrará más adelante esta semana. Hoy celebramos al mensajero; el jueves 12 de diciembre (festividad de Nuestra Señora de Guadalupe), celebramos el mensaje.
Nos recuerda que María siempre nos guía hacia Jesús. Así como se le apareció a Juan Diego para traer a Jesús a los pueblos de América, ella quiere traer a Jesús a nuestros corazones esta Navidad.
Una sencilla oración familiar
Concluyan sus actividades de la festividad de San Juan Diego con una oración sencilla antes de cenar o acostarse. Pidan a sus hijos que mantengan sus tilmas (o manos abiertas) mientras rezan:
> Querido Jesús,
> Gracias por darnos a San Juan Diego, que tanto te amó a Ti y a tu Madre.
> Ayúdanos a ser humildes como él.
> Cuando nos pidas que hagamos cosas difíciles, danos el coraje de decir "Sí".
> Nuestra Señora de Guadalupe, envuélvenos en tu manto de amor.
> San Juan Diego, ¡ruega por nosotros!
> Amén.
Dale vida a la historia
La historia de la tilma, las rosas y el humilde campesino es uno de los tesoros más hermosos de nuestra fe. Enseña a nuestros hijos que la santidad es accesible a todos.
Si desea que esta historia sea una parte táctil y permanente de la rotación de fe de su familia, considere agregar el juego de madera Pequeño San Juan Diego y Señora de Guadalupe a su sala de juegos.
Estas figuras están diseñadas para manos pequeñas y grandes imaginaciones, ayudándote a catequizar a través del juego mucho después de que termine el día de la fiesta.
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¡Feliz fiesta de San Juan Diego! Que tu Adviento esté lleno de pequeños milagros y gran amor.
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